¿Qué es un alcorque vivo?
Un alcorque vivo es aquel en el que se siembra o se deja crecer de forma natural flora y vegetación autóctona.
Estos espacios suponen pequeñas islas de biodiversidad que favorecen la presencia de insectos, aves y pequeños invertebrados que pueden resultar claves en el control biológico de plagas dañinas para el arbolado urbano, como por ejemplo el pulgón, cuyo depredador natural es la mariquita.
La presencia de plantas y flores silvestres no solo supone una mejora visual con respecto a los alcorques de tierra, normalmente plagados de colillas, basuras y excrementos, sino que además favorecen la retención de agua, y la materia orgánica, resultado del ciclo vital de las flores, supone también un aporte de nutrientes, mejorando la calidad del suelo.
¿Qué beneficios tienen los alcorques vivos?
A pesar de su pequeño tamaño, la cantidad de alcorques en su conjunto tiene un impacto muy positivo en la biodiversidad urbana:
- Facilita los flujos ecosistémicos actuando como un corredor de biodiversidad, duplicando estos flujos, ahora no solo a nivel de copa del árbol sino a través del alcorque.
- El aumento de la biodiversidad vegetal favorece la aparición de fauna auxiliar, como los insectos polinizadores, que además puede servir para el control de las plagas que puede sufrir el árbol.
- Mejora de la calidad del suelo mejorando su permeabilidad y aireación favoreciendo la microbiota radicular, lo que hará que sus raíces estén más sanas y fuertes.
- El aumento de vegetación disminuye la contaminación atmosférica, mejorando la calidad del aire, regula la temperatura, y, por tanto, la calidad de vida en la ciudad.
Importancia de los insectos polinizadores
Cada vez hay menos insectos y cabe recordar que todos tienen un papel clave dentro del ecosistema. Los insectos polinizadores son imprescindibles, no solo para la supervivencia de especies vegetales autóctonas sino también para la subsistencia de la agricultura, hasta el punto de que se están vendiendo abejorros para la polinización de cultivos hortícolas y árboles frutales, aumentando la producción de las cosechas, y, en contra de lo que se pueda creer, aunque pueden picar, no es común que lo hagan salvo que se sientan amenazados.
Estos insectos también son útiles para las restauraciones paisajísticas dado que aceleran los procesos de recolonización y contribuyen al aumento de la biodiversidad de los ecosistemas.
Es importante comprender que la proliferación de estas islas de biodiversidad son necesarias en las ciudades por sus muchos beneficios, no solo para los árboles sino también para nosotros, de una manera directa o indirecta.
Proyecto piloto
Es necesario cambiar la forma de ver la ciudad tal y como se ha hecho hasta ahora. Estamos en un momento delicado del cambio climático.
Los insectos están desapareciendo como consecuencia de la sobreexplotación de la tierra, las grandes extensiones de monocultivos, el cambio climático y la proliferación de especies invasoras. Es nuestro deber revertir esta situación en la medida de lo posible.
La hierba en los alcorques no atiende a una falta de mantenimiento sino a una conciencia medioambiental, a una oportunidad para educar en el respeto a la naturaleza y en las plantas y flores autóctonas con su fauna asociada, claves para el equilibrio de nuestros ecosistemas.
Es por ello por lo que, vamos a hacer pruebas en distintas zonas de la ciudad, sembrando semillas de flores autóctonas, como en Ronda del Ferrocarril, mientras que en otros alcorques de la periferia iremos viendo qué tipo de vegetación prolifera para valorar las futuras actuaciones.
En la calle Francia se sembraron en septiembre bulbos de invierno y de primavera. En las fotos podemos ver el antes y el después.
Fomentaremos la participación de los colegios en la siembra de los alcorques que los rodean para educar a los más pequeños en la importancia de estas islas de biodiversidad.
Somos conocedores de la medida impopular que supone porque una parte de la población no lo ve estéticamente agradable, pero esto va más allá de una cuestión estética, que no deja de ser algo totalmente subjetivo, sino de mejorar la calidad medioambiental de nuestra ciudad.
Alcorques vivos en Burgos:
(Fotos del Ayuntamiento de Burgos)
Alcorques vivos en Santander:
(fotos del Diario Montañés y el Ayuntamiento de Santander)
Alcorques vivos en Vitoria-Gasteiz:
Alcorques en Miranda de Ebro en la calle Francia antes de la plantación de bulbos:
Alcorques vivos en Miranda de Ebro en la calle Francia (después de la plantación de bulbos):
Alcorques en Rivas Vaciamadrid:
(fotos del Ayuntamiento y el Diario de Rivas)
Más información sobre los alcorques vivos en: Paisaje Transversal y Hidrobiology